martes, 28 de octubre de 2008

P r e s i ó n

En el tomo viejo, que descansa en la repisa de los libros olvidados, dice:

Presión.

Es el esfuerzo ejercido por un cuerpo sobre otro cuerpo, ya sea por peso (gravedad) o mediante el uso de fuerza. Se le mide como fuerza entre área, tal como “newton por metro cuadrado”.

“Es el esfuerzo ejercido por un cuerpo sobre otro cuerpo…”


Paradójicamente, cuando Su cuerpo ejerce presión alguna sobre el mío, con sus uñas y caderas, es cuando siento Libertad.
Armonía atmosférica.
El aire deja de ser el comburente, para lucirse como el combustible.
Una suerte de bocanada, río fluvial de saliva y sangre.

Ahora bien, es cuando más de 20 pasos separan los cuerpos, que se produce una especie de Presión.
Se manifiesta, lenta y progresivamente.
Comienza cerrando las comisuras de la boca, continuando por el tan conocido, nudo en la garganta, obstruyendo las paredes de la faringe.
Oprime toda sensación de bienestar, y la angustia inicia su acto protagónico.
El recorrido continúa en el músculo rojo bermellón.
Y hete aquí, que el pecho es contaminado a través de las vías nasales y respiratorias de una sensación de amargura. Una sensación de vacío. Congoja desesperada.







Me permito entonces modificar la errónea definición.

Presión.

Es el esfuerzo ejercido por la separación entre dos cuerpos, ya sea por falta de pasión (mucha gravedad) o por imposición de alguna fuerza externa. Se le mide como Angustia y Soledad, tal como “te extraño en cada segundo de mis días”.




Asusta, lo se.



28/10/08

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