martes, 28 de octubre de 2008

S u g u S

Basta loco, basta.

Al final parece burla, armas el castillito, con lo que cuesta comprar palitas hoy en dia!
Te levantas tempranito, te pones protector, y con todas las contras que uno aprende comienza la tarea de construir.

Pero si no es el viento, el agua, o la resequedad, es algun boludo que se cruza, que no se da cuenta. Solo pasa y te lo tira abajo.

Algunos piden perdon, algunos te ayudan a empezar de nuevo, otros siguen de largo.

Entonces, se presenta la cuestion.

Vuelvo a empezar? es lo que realmente quiero? me tomo un fernet y me voy a bailar?
Bueno, es hora de elegir.que quiero, para quien, como, y algun que otro detalle.si, puede ser que las fuerzas sean otras, los conocimientos y cicatrices, que lo que no te mata te hace mas fuerte.
Pero la espalda envejece.
La vista se acorta.
Las manos resecan.
Me parece que un buen airecito de montaña, y un farito con sugus en comodoro van a amansar la cosa.
Sera cuestion de esperar.

Al final
siempre
es
cuestion
de
esperar.

P r e s i ó n

En el tomo viejo, que descansa en la repisa de los libros olvidados, dice:

Presión.

Es el esfuerzo ejercido por un cuerpo sobre otro cuerpo, ya sea por peso (gravedad) o mediante el uso de fuerza. Se le mide como fuerza entre área, tal como “newton por metro cuadrado”.

“Es el esfuerzo ejercido por un cuerpo sobre otro cuerpo…”


Paradójicamente, cuando Su cuerpo ejerce presión alguna sobre el mío, con sus uñas y caderas, es cuando siento Libertad.
Armonía atmosférica.
El aire deja de ser el comburente, para lucirse como el combustible.
Una suerte de bocanada, río fluvial de saliva y sangre.

Ahora bien, es cuando más de 20 pasos separan los cuerpos, que se produce una especie de Presión.
Se manifiesta, lenta y progresivamente.
Comienza cerrando las comisuras de la boca, continuando por el tan conocido, nudo en la garganta, obstruyendo las paredes de la faringe.
Oprime toda sensación de bienestar, y la angustia inicia su acto protagónico.
El recorrido continúa en el músculo rojo bermellón.
Y hete aquí, que el pecho es contaminado a través de las vías nasales y respiratorias de una sensación de amargura. Una sensación de vacío. Congoja desesperada.







Me permito entonces modificar la errónea definición.

Presión.

Es el esfuerzo ejercido por la separación entre dos cuerpos, ya sea por falta de pasión (mucha gravedad) o por imposición de alguna fuerza externa. Se le mide como Angustia y Soledad, tal como “te extraño en cada segundo de mis días”.




Asusta, lo se.



28/10/08

F    R    U    T    A

"Desperte, mire sobre mi hombro izquierdo, la vi.Y sucedio.."
Y ahí estaba.
La Respuesta a todas mis preguntas.
La Solución de todos mis problemas.
Puede parecer –admito la idea- un poco dependiente.
Pero cuando surge del corazón, se aferra al sistema respiratorio, el cerebro no lee más que las diapositivas que la vista imprimió de su cara. De sus ojos. De su boca.
Ay! Su boca. Pareciera fruta madura, la misma fruta, con el mismo sabor que deleita pronunciar lentamente la palabra f r u t a.
Se respondía sola. La Solución, tenía los brazos estirados hacia atrás. Dándole pista a una respiración prolongada. Entonces yo jugaba con esa respiración. Ora me adelantaba a su pulmón lleno. Ora lo vaciaba al unísono del suyo.
Claro, el pibe contento. Estaba comunicándose con el alma, con el lenguaje que comunica a los niños, los locos, lo enamorados –oh! causalidad, a los tres grupos, se los acusa de aislarse del mundo-. Y llenaba los pulmones al ritmo de su pecho que por cierto, ahí estaban, Redondos, tan apetecibles como la f r u t a de su boca.

Vacilaba, entonces.
¿Como habría de terminar esa poesía?
Ojala fuese como el libro de arena de Borges, aunque si siempre fuese el amanecer, nunca habría una noche estrellada, para los dos. Los dos. “Los dos” es ambiguo, Los dos tenemos varias facetas, creo que seria adecuado el termino “Nosotros”, que ahora –pesando mejor- representa plenamente todas sus partes y todas las mías, incluyendo el nexo que nos coordina, y el contexto en el que me duermo, porque cabe aclarar que me comenzaba a sentir algo risueño.
Y de pronto, de tanto jugar a imitar su respiración, Lo percibo, débil pero intenso.
Me llenaba, de sensaciones que desmesuradamente me traían más sensaciones.
Su olor.
Por algún motivo me recordaba a la hamaca y la pileta de mi abuelo en Parque Leloir. ¿Que relación había? La verdad no se, ¿que relación había entre El Orgasmo que me producía verla y los recuerdos en un patio, con el pasto crecido donde fui tan feliz?
Tac.
(Salto la ficha)
Ahí estaba. Ahí estaba, Nicolás Agustín meciéndose, arriba. Abajo, saltando y embarrándose hasta el cuello, riendo, de la vida, de la risa misma, casi como burlándose de las novias de jardín, que morían por él, mofándose de su horrible pero hermoso primer beso, de las hipotecas que no esperan, de los mates cocidos que a veces son el único alimento en días. Por supuesto, riendo porque soy niño, porque mama me hace cosquillas, porque me gustan los halcones galácticos y los pasan a la hora de tomar la leche. Claro, era todo precioso.

Es todo precioso.
Porque Ahí estaba, frente a Las Respuestas, frente a Las soluciones, la hamaca y la pileta, el barro y la chocolatada. Las cosquillas, como las de mama, en mi panza.
De golpe vuelvo.
Vuelvo al mundo.
Me acuerdo de todo.
Digo fruta, y solo es eso, una palabra.
Me aterrorizo, es como despertar de un sueño hermoso del que uno no quiere despertar.
Me desespero, y me toco el pelo.
Muy suavemente, se mueve para este lado.
Sin saber, siquiera, que un muchacho, la necesita para ver, oír, respirar, y hasta levantarse para trabajar.

Enrollo su panza con mi brazo, y muy bajo, casi grave susurro en su oído:
-Te Amo Sofía...
Dormida, dice:
-ñam ñam
Exploto en llanto, me río de Amor.
Y me duermo.



F R U T A

27/10/08






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